Estamos más preparados para afrontar enfermedades físicas como la gripe invernal de nuestro hijo, que enfermedades mentales como la depresión de nuestra madre. Toda aquella patología que conlleva un deterioro afectivo, una determinada conducta desadaptada o un modo peculiar de comunicación con el exterior conlleva miedo, incertidumbre e inseguridad tanto para aquellos que lo padecen como para su entorno.
La salud mental y la enfermedad mental dependen de nuestro estilo de vida, de la calidad de relaciones afectivas que tenemos, de nuestra capacidad de amar y de aceptar a los demás, de dar confianza y apoyo, y recibirlos, de nuestra tolerancia, de cómo nos cuidamos emocional y físicamente, y cómo somos cuidados por los demás, del miedo, de la experiencia, de nuestra autovaloración, y de nuestro sentimiento de igualdad de cara a todos los seres humanos.
La receta de la esquizofrenia: 1. Batimos en un bol un pequeño porcentaje de genes (deben incluir alguno con antecedentes en la familia) 2. Le añadimos una pizca de factores ambientales pre y perinatales (importante no estresar a la cocinera) 3. Y como último ingrediente de este pequeño bol unos factores ambientales postnatales (los bebés lo sienten todo) 4. En un bol mayor incluimos una ramita de vulnerabilidad, la cual dejamos reposar durante bastante tiempo… 5. Mezclamos ambos boles y le incluimos unas gotitas de factores psicosociales y… 6. Boyle!! Aquí tenemos nuestra esquizofrenia |
Si reflexionamos un minuto y echamos la vista atrás en nuestras propias vidas, experiencias, desafíos podemos darnos cuenta de la gran importancia que ha tenido y tiene nuestro entorno en todo nuestro ser, esas últimas gotitas que echamos casi al finalizar la receta no son por ello menos importantes sino que pueden aportar mucho al resultado final. Hemos aprendido y seguimos aprendiendo muchas de las cosas por pura observación de modelos (comportamiento de los demás), nuestra valoración se forma en gran parte por la afectividad que muestra el entorno con nosotros (valoración de los padres, jefe, amigos…respecto a tu profesionalidad, simpatía…), nuestros sentimientos están influidos por los acontecimientos ambientales (una mirada de alguien, un gesto, una sensación placentera que nos invita al acercamiento o huida…) y todos hemos necesitado de los demás en alguna ocasión (un abrazo, unas palabras, una comprensión incondicional o un tratamiento afectuoso) Dada la importancia que tiene en todas nuestras vidas, en el caso de los enfermos mentales se magnifica